La explotación sexual: “es una realidad presente en nuestro país y tenemos que hacerle frente”
La trata de personas y la explotación sexual comercial constituye un problema global y son un delito de lesa humanidad. Es una forma de esclavitud contemporánea que afecta a miles de personas alrededor del mundo; y nuestro país no escapa a este proceso mundial que vulnera derechos humanos e impide el pleno goce de la libertad; afectando principalmente a mujeres, niñas, niños y adolescentes.
La Trabajadora Social, magíster en Políticas Públicas de Igualdad, directora de la ONG El Paso, Andrea Tuana, brindó un taller abierto sobre Explotación sexual de niños, niñas y adolescentes, y trata de personas para las y los integrantes de los equipos técnicos de la Casa de la Mujer de la Unión.
El taller fue una instancia para reflexionar sobre las distintas modalidades de explotación sexual presentes en nuestro país. Desde ejemplos disparadores se buscó problematizar los casos de explotación sexual que muchas veces entran en zonas grises, que no hacen clara su detección por parte de los operadores sociales. En ese sentido Tuana afirmó que hay límites que son arbitrarios, pero dejó en claro que si nos estamos refiriendo a personas menores de 18 años, siempre es explotación sexual.
En la dinámica de taller surgieron ejemplos que derivaron en una discusión sobre cómo deben de intervenir los operadores sociales ante situaciones de abuso. Uno de los casos que se usó para generar debate, fue el embarazo de una niña de 12 años, que manifestaba interés en continuar la gestación. Si bien la tallerista dejó abierta la discusión en primera instancia, luego recordó que el rol los actores sociales es garantizar los derechos de los niños y niñas: en estos casos prima siempre “el interés superior del niño”.
Tuana relató distintos casos de explotación sexual y trata para fines sexuales que se dan en nuestro país. “A veces pensamos que la chiquilina es secuestrada de un día para el otro, pero esto no es lo que pasa por lo general. Hay casos en los que las gurisas ‘desaparecen unas semanas’ y después vuelven”. También contó que muchas veces son los propios familiares los explotadores, lo que dificulta aún más la detección de las situaciones de abuso.
La Trabajadora Social enumeró indicadores para poder detectar si se está ante una situación de explotación sexual. “Se observa que llegan con restos de maquillaje, tienen sueño o las dinámicas planteadas para trabajar en los talleres les parecen muy infantiles”. Además contó cuáles son los sitios a donde se puede acudir en caso de sospechar estar ante una situación de explotación sexual o trata de personas: “Podemos recurrir al Ministerio del Interior, a la Fiscalía o a los equipos itinerantes de INAU. Lo recomendable es que la denuncia no la realice de forma personal el referente que trabaja en territorio, porque nunca sabemos quiénes pueden estar detrás de las situaciones de explotación y trata para fines sexuales. Las denuncias se pueden hacer anónimas, o respaldadas por alguna institución”.
LEY DE PREVENCION Y COMBATE DE LA TRATA DE PERSONAS: http://www.impo.com.uy/bases/leyes/19643-2018