COOPERATIVA “EL DESAFÍO”
Las desventajas que las mujeres enfrentan para conseguir o mantener un empleo en las condiciones actuales hacen que muchas se inserten en el mundo del trabajo por la vía del autoempleo. Las ventajas de los emprendimientos frente al empleo formal son variadas: conllevan ganancias de autonomía, permiten compatibilizar las tareas de cuidado de los hijos e hijas, significan prácticamente la única salida laboral posible para mujeres mayores de 45 años con escasa experiencia.
A partir de la identificación de este nicho laboral, el 2 de mayo de 2006 la Casa de la Mujer firmó un convenio con ANEP para la limpieza de 6 liceos en el departamento de Montevideo. El objetivo en esa instancia fue ofrecer a las mujeres egresadas de los convenios educativo-laborales implementados por la Casa elementos básicos de capacitación en función de una experiencia económica y autogestionaria, económicamente exitosa y personalmente gratificante.
La institución seleccionó y convocó a 13 mujeres con edades que oscilan entre los 27 y 55 años y que, en la mayoría de los casos, se encontraban desempleadas. El grupo aceptó lo propuesto y acordó asumir el compromiso ya que significaba una oportunidad de estabilidad laboral. El 19 de febrero de 2009, las 13 mujeres firmaron un documento que las define y les otorga el Estatuto de Cooperativa de Trabajo. La cooperativa se autodenominó \"El Desafío\".
EL DESAFIO DE SER HOY
Actualmente son 10 las mujeres cooperativistas. Sólo quedan dos de aquellas socias fundadoras, que de a poco han ido capacitando a las más nuevas. Han logrado ganar licitaciones en la Facultad de Ciencias (Universidad de la República), la Sede del Club Nacional de Football, la escuela Felipe Sanguinetti y el LATU.
Entre los beneficios de ser cooperativa, las socias destacan el “tener un sueldo digno” que ellas mismas han definido en asamblea. Y entre los desafíos, resaltan los financieros: “tuvimos golpes, como el llegar a un límite de no tener plata para continuar, pero seguir igual”.
Agradecen la capacitación y el apoyo que obtuvieron de la Casa de la Mujer de la Unión que las ayudó a obtener las primeras licitaciones, las primeras conexiones con los proveedores y hasta el día de hoy es la principal referencia a la hora de conseguir nuevos clientes.
Hoy “cada vez nos ponemos más ambiciosas y queremos agarrar cada vez más trabajos”, resume optimista Marisa Cáceres, una de las socias fundadoras.
*Por consultas, pueden contactarlas al 094058953.